El crimen de Lesandro “Junior” Guzmán: una herida que sigue abierta siete años después
Nueva York. – Este mes se cumplen siete años del brutal asesinato de Lesandro “Junior” Guzmán Feliz, un joven de 15 años de ascendencia dominicana cuya muerte estremeció a la comunidad del Bronx, a toda la ciudad de Nueva York y a la República Dominicana. A pesar del paso del tiempo, el dolor de su familia permanece intacto, reavivado cada vez que uno de los condenados por el crimen intenta apelar su sentencia.
La noche del 20 de junio de 2018, Junior fue perseguido y atacado por miembros de la pandilla Los Trinitarios, quienes lo confundieron con un supuesto integrante de un grupo rival. El joven, aspirante a ser oficial del NYPD y miembro del programa juvenil Explorers, fue arrastrado fuera de una bodega y atacado con cuchillos y machetes, recibiendo una herida mortal en el cuello. A pesar de su gravedad, logró caminar hasta un hospital cercano, donde colapsó y murió desangrado.
El asesinato fue grabado por cámaras de seguridad y testigos, generando indignación internacional y desencadenando protestas y llamados a la justicia. La imagen de su madre, Leandra Feliz, llorando sobre el cuerpo de su hijo, se convirtió en símbolo del dolor y la impotencia ante la violencia de pandillas.
Condenas y apelaciones
Desde entonces, 13 personas han sido condenadas por su participación en el crimen. Cinco de ellos —Jonaiki Martínez Estrella, José Muñiz, Elvin García, Antonio Rodríguez Hernández Santiago y Manuel Rivera— fueron sentenciados en 2019 a penas de entre 23 años y cadena perpetua por asesinato en primer grado. Estrella, quien propinó la estocada fatal, había sido condenado a cadena perpetua sin libertad condicional, pero en mayo de 2025 su sentencia fue modificada, dándole derecho a solicitar libertad condicional tras 25 años, lo que provocó nueva angustia en la familia de la víctima.
Otros cinco pandilleros que se declararon culpables de homicidio involuntario fueron sentenciados en enero de 2023 a entre 12 y 18 años de prisión. Además, los líderes de la pandilla, Diego Suero y Federico Then, fueron declarados culpables de asesinato en segundo grado y sentenciados en 2022 a penas de 25 años a cadena perpetua.
Una madre que no olvida
Leandra Feliz ha estado presente en cada audiencia judicial, reviviendo el horror una y otra vez. “Siempre es el primer día. Ver esos videos otra vez es devastador”, expresó tras la audiencia del 30 de mayo. “Deberían estar en prisión para siempre, aunque no hará ninguna diferencia porque mi hijo está muerto. Él era un niño inocente”.

Un legado que vive
El NYPD creó una beca en honor a Junior, quien soñaba con formar parte del cuerpo policial. Su historia también ha motivado campañas contra la violencia juvenil y el reclutamiento de menores por pandillas.
El crimen de Lesandro Guzmán continúa siendo una herida abierta para su familia, su comunidad y miles que aún recuerdan su rostro, sus sueños y su trágico final.
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