El Intrant pone la norma, pero no logra sacar camiones del carril izquierdo

La disposición, establecida en cumplimiento de la Ley 63-17, busca ordenar el tránsito y reducir accidentes, pero en la práctica no se cumple.

A pesar de la medida del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), que obliga a los vehículos pesados a circular por el carril derecho en todas las autopistas y avenidas, los conductores continúan ignorando la disposición.

Este miércoles, un equipo de LISTÍN DIARIO recorrió importantes arterias de la capital —George Washington, 27 de Febrero y John F. Kennedy— y constató que numerosos camiones circulaban por el carril izquierdo, en violación directa a la norma.

La regulación, establecida en cumplimiento de la Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, busca ordenar el flujo vehicular, reducir el riesgo de accidentes y garantizar mayor fluidez en las vías. Su propósito principal es impedir que los vehículos de carga obstaculicen los carriles de adelantamiento o de mayor velocidad.

Sin embargo, la realidad es otra. En la avenida George Washington se observaron al menos diez camiones en el carril izquierdo; en la 27 de Febrero, cinco más; y en la John F. Kennedy, otros siete.

El Intrant ha reiterado que los camiones solo podrán usar otros carriles para adelantamiento permitido y que la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) está facultada para fiscalizar y sancionar a los infractores. No obstante, durante el recorrido no se observaron agentes supervisando estas vías.

Accidentes de vehículos pesados

Los camiones y patanas han estado involucrados en varios de los accidentes más graves de los últimos meses. Según datos del Observatorio Permanente de Seguridad Vial (Obsevi), los vehículos de carga representan el 1.2 % de los accidentes fatales en el país.

Un caso reciente ocurrió el pasado 1 de agosto, cuando una patana provocó la muerte de cinco personas en el kilómetro 5 de la autopista 6 de Noviembre, en San Cristóbal. El vehículo, deteriorado y con la parte delantera destruida, dejó los cuerpos tendidos sobre la vía y provocó un prolongado taponamiento. El conductor huyó del lugar y al día siguiente aún no se conocía su paradero.