Archivo Día del Beso Robado: la polémica historia detrás de la famosa foto que marcó un hito

Cada 6 de julio se conmemora en el mundo la postal tomada en Nueva York por Alfred Eisenstaedt; si bien durante años fue símbolo de este festejo, en verdad oculta una fuerte controversia.

El Día internacional del Beso Robado se celebra cada 6 de julio desde hace 17 años, aunque en los últimos años esta efeméride comenzó a ser duramente cuestionada dado que el concepto de “robar un beso” implica hacerlo sin el consentimiento de la otra persona, lo que lo convierte en un abuso sexual.

Esta fecha comenzó a celebrarse a nivel mundial en el año 2006. Sin embargo, se sabe que tiene origen en Gran Bretaña, donde se festeja desde el siglo XIX, aunque no hay informes oficiales que aclaren en qué año específicamente se instaló en ese país. En esa misma línea, no está documentado si hay un hecho que la haya impulsado.

Sin lugar a dudas, uno de los casos de beso robado más famoso es el inmortalizado en la fotografía tomada por Alfred Eisenstaedt. En la imagen se puede ver a un infante de la Marina de Estados Unidos mientras besa a una enfermera en medio de Times Square, en Nueva York. Con una mano, el hombre agarra a la mujer por la cintura, y con el otro brazo le sostiene el cuello desde la espalda.

La postal se tomó el 14 de agosto de 1945: el día que se declaró la victoria de Estados Unidos sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial.

La verdad sobre la famosa foto del beso robado
Aunque la imagen parecía representar el amor y la celebración, y durante años fue celebrado por millones de personas alrededor del mundo, lo cierto es que los involucrados no se conocían entre sí y la mujer no dio su consentimiento para ser besada. De hecho, según el relato del propio Eisenstaedt, él estaba siguiendo al infante de marina que más adelante fue identificado como George Mendonça, y contó que el hombre intentaba besar a todas las mujeres que se cruzaba durante el festejo.

Fue entonces cuando pasó por su lado la protagonista de esta postal, llamada Greta Friedman, quien trabajaba como asistente de un dentista, y él le robó un beso. Según se supo, inmediatamente estas dos personas se separaron y no volvieron a encontrarse nunca más. Sin embargo, esta foto cobró relevancia mundial y llegó a ocupar las portadas de reconocidas revistas, más allá de que detrás de esta idea de “celebración” se escondía un acto forzado sin consentimiento de una de las partes.

Según contó Mendonça, un veterano de la Guerra del Pacífico, a la CBS en 2012, estaba en una cita cuando escuchó en Radio City Music Hall la noticia de que Japón se había rendido y que la guerra había terminado. Entonces, decidió salir junto a su pareja a un bar a festejar. Tras permanecer un rato ahí, salió y encontró a la enfermera: “Fue el momento. Había vuelto del Pacífico y la guerra terminaba. Fue la emoción de que terminara y, además, había tomado unas copas de más. Entonces, cuando ví a la enfermera, la agarré y la besé”, se justificó el marinero.

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